Es la historia de Sylvester Stallone
Una de las superestrellas más famosas de EEUU. Hace años, Stallone luchaba por tener éxito como actor en casi cualquier categoría – sin ver resultados.
En cierto momento, estaba tan desesperado que robó las joyas de su mujer y las vendió. Las cosas se pusieron tan mal que terminó viviendo en la calle durante 3 días, en la estación de autobuses de Nueva York.
Incapaz de pagar el alquiler o comprar comida, su punto más bajo llegó cuando quiso vender a su perro a cualquier desconocido que pasara por la tienda de licores. No tenía dinero para seguir alimentándolo, y lo vendió por sólo $ 25.(El cuenta que se fue llorando).
Dos semanas más tarde vio a un combate de boxeo entre Mohamed Ali y Chuck Wepner que le dio la inspiración para escribir el guión de la famosa película: "Rocky". ¡Escribió el guión en 20 horas! Trató de venderlo y recibió una oferta de $ 125.000 por él. Pero él tenía una condición: Quería protagonizar la película. Quería ser el actor principal, el mismísimo Rocky! Sin embargo, la productora dijo NO!
Ellos querían un actor “de verdad”. Se fue con su guión, y unas semanas más tarde, el estudio le ofreció $ 250.000 por el guión. Él se negó. Incluso le ofrecieron $ 350.000 . Incluso así dijo que no. Él quería estar en esa película. Después de un tiempo, el estudio cedió y le dio $ 35.000 por el guión y le dejaron protagonizar la película. ¡El resto es historia!
La película ganó los Oscar como Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Montaje. ¡Incluso fue nominado a mejor actor! La película ROCKY sigue incluida como una de las más exitosas de la historia del cine americano!!!
¿Y sabes lo primero que compró con sus $ 35,000?
-Al perro que vendió.
Stallone quería a su PERRO tanto que esperó en la tienda de licores durante 3 días al hombre que compró su perro. Y en el tercer día vio al hombre. Stallone explicó por qué había vendido al perro y le rogó que se lo re-vendiera. El hombre se negó. Stallone le ofreció $ 100. El hombre se negó. Él le ofreció $ 500. Y el hombre se negó. Sí, se negó incluso $ 1,000. Y, lo creas o no, Stallone tuvo que pagar 15,000 dólares por el mismo perro que vendió por sólo $ 25! ¡Y así consiguió su perro de vuelta!
Y hoy, el mismo Stallone que durmió en la calle y vendió a su perro sólo porque él no podía siquiera alimentarlo, Es una de las mayores estrellas de cine que jamás haya caminado sobre la Tierra! Estar en la ruina es duro, muy duro.
¿Alguna vez has tenido un sueño?
¿Un sueño maravilloso? ¿Pero estás demasiado golpeado como para ponerlo en práctica?
¿O te sientes demasiado pequeño como para hacerlo?
La vida a veces es dura! La gente quiere tus productos pero no te quiere a ti. Si no eres conocido, tienes contactos, o tienes mucho dinero – es difícil hacerte notar. A menudo las esperanzas se ven frustradas.
Tienes que hacer grandes esfuerzos por sobrevivir... Pero nunca dejes que tus SUEÑOS desaparezcan! Incluso si te vuelven la espalda, sigue soñando.
Cuando te cierran la puerta, sigue soñando!
¡NADIE SABE DE LO QUE ERES CAPAZ EXCEPTO TÚ MISMO!
La gente te juzga por cómo te ven, y por lo que tienes. Pero, por favor, sigue luchando!
Lucha por tu lugar en la historia personal.
Lucha por tu gloria!!!
¡NUNCA DEJES DE PELEAR!
Gracias por entrar en mi Blog.
J.
sábado, 16 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
"ESTO TAMBIEN PASARA"
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre.
Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó.
Y éste le dijo: No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.
Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico.
Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo mantenlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
- Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:
Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas.
Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
- Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo: Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes.
Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Grábatelo bien en tu cabeza y en tu corazón.
Espero te halla agradado este Blog, que lo hice pensando
en vos Sole.
Un Beso y Un Abrazo "asi" de Grande
J.
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